La mitad de los hogares del país no accede al menos a uno de los tres servicios básicos: agua, gas y cloacas

El último relevamiento de la Encuesta de Condiciones de Vida del Indec expone diferencias persistentes en infraestructura urbana, acceso a saneamiento, calidad habitacional y cobertura de salud en los principales centros urbanos del país

Casi la mitad de los hogares urbanos del país presenta dificultades para acceder a servicios públicos esenciales. La Encuesta de Condiciones de Vida correspondiente al primer semestre de 2025 señala que el 46,2% de los hogares no accede al menos a uno de estos servicios básicos: agua corriente, gas de red o desagües cloacales. Esto representa alrededor de 4,7 millones de hogares y más de 15,4 millones de personas.

El estudio detalla que el 90,6% de los hogares dispone de agua corriente mediante conexión a la red pública. Sin embargo, el 9,4% aún debe recurrir a otras fuentes de provisión. En algunas zonas, la alternativa es la perforación con bomba, mientras que en otras se depende de la recolección o abastecimiento a través de tanques comunitarios.

La situación del gas natural también muestra diferencias: el 65,7% de los hogares está conectado a la red domiciliaria, mientras que el 34,3% no cuenta con ese servicio y utiliza garrafas u otras fuentes, lo que implica costos más altos y menor estabilidad de suministro. En cuanto a los desagües cloacales, el 73,1% de los hogares cuenta con conexión a la red, mientras que el 26,9% utiliza cámaras sépticas, pozos ciegos o métodos alternativos.

Estas brechas en el acceso a servicios básicos se relacionan con el grado de consolidación urbana. En zonas de urbanización reciente, donde los barrios han crecido más rápido que las obras de infraestructura, la red puede estar disponible en la vía pública, pero las conexiones domiciliarias quedan pendientes. También influyen los costos asociados a la mano de obra y materiales, así como la regularidad o no de los terrenos, que puede impedir la tramitación de conexiones formales.

Respecto de la calidad de la vivienda, el 81,5% de los hogares reside en viviendas con materiales considerados de calidad suficiente. No obstante, el 12,8% habita en viviendas con calidad parcialmente insuficiente y el 5,7% en viviendas con materiales insuficientes. Este indicador evalúa principalmente los materiales utilizados en pisos, paredes y techos, así como la capacidad de estos elementos para proteger adecuadamente a los habitantes frente a condiciones climáticas y ambientales.

El informe también analiza la situación del hacinamiento. La mayoría de los hogares no presenta problemas graves de espacio, pero el 1,8% se encuentra en condiciones de hacinamiento crítico, definido como más de tres personas por cuarto. Más de un millón de personas viven en esta situación, que afecta la privacidad, el descanso y las posibilidades de estudio, especialmente para niñas, niños y adolescentes.

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