Juicio por el femicidio de Jimena Salas: la Fiscalía pidió 12 años de prisión para los acusados
Este jueves, la querella y la defensa de los hermanos Saavedra presentarán sus alegatos ante el Tribunal
Habiendo finalizado la ronda de declaraciones testimoniales, este miércoles tuvieron lugar los primeros alegatos en el proceso judicial que se lleva a cabo por el femicidio de Jimena Beatriz Salas. Tras pasar a un cuarto intermedio, se dispuso que este jueves a las 9.30 la defensa de los acusados y la querella realicen sus respectivas presentaciones.
Durante la última jornada, las autoridades presentaron un análisis minucioso de la reconstrucción de los hechos y de las pruebas recabadas a lo largo de la causa. El fiscal penal Leandro Flores destacó que la muerte de Salas fue producto de una violencia extrema con características de femicidio, y puntualizó que la autopsia registró 53 lesiones, descartando cualquier hipótesis de accidente o deceso no intencional. “La brutalidad del ataque evidencia una clara intención homicida”, afirmó ante el tribunal integrado por los jueces José Luis Riera, Mónica Faber y Maximiliano Troyano.
Por su parte, la fiscal penal Mónica Poma profundizó en las tareas de investigación desarrolladas luego de la creación de la Unidad Fiscal. Explicó cómo los hermanos Saavedra fueron identificados como sospechosos tras recabar diversos elementos de convicción, incluyendo información proporcionada por testigos y el análisis de comunicaciones electrónicas. Entre los puntos destacados se encuentra que varios testigos experimentaron situaciones de intimidación durante la investigación y el debate oral.
Uno de los datos más recientes fue un informe de pericia psicológica, elaborado por una profesional del Cuerpo de Investigaciones Fiscales, referido a Carlos Damián Saavedra. El escrito reunió indicadores de impulsividad y agresividad, así como la presencia de conductas de tipo manipulador, orientadas a buscar beneficios personales y evadir responsabilidades. Asimismo, el peritaje indicó que el imputado presenta ante otros una autoimagen de integridad moral y respeto a valores sociales que no coincide con los rasgos de personalidad detectados por la especialista.
En cuanto al acusado fallecido, recordaron una mujer que había compartido un espacio de trabajo con él, contó en el juicio que lo expulsaron de la organización luego de que una compañera lo denunciara por acoso, aunque el hecho no fue reportado ante la Policía para no perjudicar a la ONG. Tras el incidente, Javier Saavedra permaneció un tiempo en Santa Victoria Este y residió en un convento de la localidad. Una de las líneas de la acusación incluyó los sucesivos cambios de su aspecto y de residencia.
Poma añadió que, tras la difusión de fotografías, Saavedra habría modificado su apariencia y vestimenta, y se unió a un grupo de redes sociales en el que se reclamaba justicia por la víctima.

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