Un seminario analizó cómo Venezuela se convirtió en foco de corrupción y crimen organizado: el impacto en Argentina
Expertos de América Latina y España expusieron las maniobras de la narcodictadura de Maduro y Cabello expandieron sus actividades ilícitas a otros países. La mirada del fiscal Luciani, que impulsó la condena a Cristina Kirchner
Funcionarios y expertos de América Latina analizaron cómo la narcodictadura de Venezuela se convirtió en las últimas décadas en foco de crimen organizado y corrupción transnacional, así como también el impacto en la región y en Europa, tanto en materia de inseguridad -con el temible Tren de Aragua- como en negocios ilícitos entre gobiernos afines.
En su ponencia, la española Maite Parejo advirtió sobre los límites que tiene la legislación nacional e internacional para investigar y condenar a los responsables de “los grandes actos de corrupción” que tienen alcance internacional. Y resaltó las consecuencias inevitables que tienen esas prácticas ilícitas, cuando se cometen desde los gobiernos. “Hay una falta de reconocimiento unánime de que la corrupción causan graves violaciones a los derechos humanos”, afirmó.
“La corrupción tiene víctimas”, agregó la presidenta del Observatorio de DDHH del ICAM, porque amplios sectores sociales “no tienen salud, educación ni alimentación”. En ese sentido, resaltó la ausencia en el derecho penal internacional de una “tipificación” que condene la corrupción internacional como “violaciones a los derechos humanos”.
En tanto, Germán Emanuele subrayó los obstáculos que deben sortear los órganos y funcionarios judiciales de cada país, como así también la limitación de recursos técnicos y materiales para investigar la corrupción en general y en particular, cuando involucra a más de un país.
El consultor de Poder Ciudadano resaltó que en la Argentina hay al menos “20 causas judiciales” que investiga las relaciones políticas y comerciales de los gobiernos kirchneristas con Venezuela, que ubican a la Argentina entre los países con más casos.
Emanuele advirtió que, más allá de que Argentina sea uno de los países con más investigaciones sobre los vínculos espurios entre el chavismo y el kirchnerismo, “muchas causas no tienen coordinación, porque se analizan contratos de empresas, lavado de dinero, sobreprecios”, pero el sistema judicial argentino “no ve la foto completa”. Por eso, el consultor destacó que se requiere “una mirada sistémica” para abordar “una corrupción estructural de muchos años”.

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