Guido Kaczka fue sorprendido en vivo con un insólito regalo en la calle y una ventana le impidió recibirlo

En medio de su salida del estudio, el conductor se encontró con uno de los recurrentes vecinos de la zona y fue agasajado frente a las cámaras

En cada emisión de Buenas noches Familia (El Trece), Guido Kaczka sorprende a su audiencia con las historias entrañables y las ocurrencias inesperadas que surgen tanto dentro como fuera del estudio. Pero en las últimas semanas, la rutina se vio transformada por una presencia tan simpática como esperada: la de un pequeño vecino vestido de Hombre Araña, que se asomó a la ventana y terminó robándose el corazón de todos, conductor incluido.

El intercambio terminó con un gesto de cariño de esos que solo pueden surgir fuera de libreto. “Gracias Hombre Araña, te quiero”, le dijo Guido al recibir el bowl repleto y un par de cubiertos para disfrutar de la comida casera. Siempre pícaro, el conductor lanzó una broma para la tribuna: “Si uso una de las motos de mesa para comer los ñoquis no da, ¿no?”. Y mientras calculaba cómo llevar el regalo de vuelta al estudio sin perder temperatura, advertía entre risas: “¡Pero se me enfrían los ñoquis!”. Finalmente, mientras esperaba para cruzar la calle, un colectivo de la línea 39 le facilitó el regreso al estudio, cargando en una mano el recipiente plástico y en la otra el recuerdo de un momento simple pero lleno de magia.

Este vínculo entre Guido y su pequeño vecino disfrazado es mucho más que una anécdota: en las últimas emisiones, el niño se ha convertido en uno de los personajes favoritos del ciclo. En otra jornada reciente, el conductor salió a buscarlo y se encontró con la persiana cerrada de la ventana habitual, lo que despertó su sorpresa frente a cámara. “¡No está locutor! Ya me cerró la persiana…”, lamentó entre risas.

Pero el barrio porteño de Constitución nunca deja de sorprender y, en medio de la búsqueda, Guido se cruzó con una vecina nueva en la zona. Sin perder la espontaneidad que lo caracteriza, se acercó a conversar. La joven, maple de huevos en mano, confesó que recién se había mudado y que reconocía al conductor “por la televisión y por verlo pasar caminando”. Entre idas y vueltas, la conversación derivó en cocina: ella planeaba preparar panqueques de espinaca y era oriunda de Mar del Plata. “Te agradezco porque me charlás en la televisión, ¡que comas rico! Me cayó bien, locutor. La mejor gente es la que te encontrás de manera espontánea”, remató Kaczka, regalando otro momento de calidez fuera de libreto.

La audiencia de Buenas noches Familia no solo celebra los grandes premios ni los desafíos en pantalla, sino estos pequeños encuentros que humanizan el show y lo transforman en una fiesta barrial de emociones sencillas. Desde los ñoquis hasta los panqueques de espinaca, la empatía y el humor de Guido siguen conquistando, una noche y un vecino a la vez.

Los comentarios están cerrados.