El BCRA flexibilizó los encajes para los bancos, en busca de que haya más liquidez y tasas de interés más bajas
La exigencia de efectivo mínimo pasará de ser diaria a un promedio mensual, aunque el mínimo diario se va a mantener alto ya que en ninguna rueda la integración podrá ser menor al 95% del total exigido. Para los bancos, la medida es insuficiente
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) dispuso modificar la gestión de encajes bancarios al actualizar la forma de computar el efectivo mínimo a partir del 1 de noviembre. Desde esa fecha, la exigencia pasará a ser mensual y aunque seguirá manteniendo un piso diario del 95% del total.
Los encajes bancarios son un porcentaje de los depósitos en pesos o dólares —ya sean a plazo, en cuentas corrientes o cajas de ahorro— que tanto los bancos como los fondos money market utilizados por billeteras virtuales, deben mantener inmovilizados en el Central. Cada vez que un cliente hace un depósito, el banco transfiere parte de esos fondos a una cuenta en el Banco Central en el que quedan inmovilizados o “encajados”. Los niveles de exigencia varían según el tipo de depósito o instrumento. Esta regulación busca garantizar fondos suficientes ante eventuales retiros masivos y opera como herramienta de política monetaria, ya que su modificación afecta directamente la cantidad de dinero circulante.
Evitar la demanda de dólares
El sector bancario venía señalando que el cumplimiento del objetivo de integración diaria al 100% les resultaba complejo, en un contexto de inflación elevada y presión sobre el dólar. Dificultades para calcular la integración diaria, tasas altas y fondos inmovilizados sin remuneración eran las principales quejas. Hubo además impacto negativo en las acciones de los bancos.
Durante la reciente volatilidad cambiaria tras la eliminación de las LEFI —episodio en el que el tipo de cambio tocó repetidamente el techo de las bandas de flotación—, el BCRA endureció regulaciones para evitar la expansión de la demanda de divisas, lo que dejó a los bancos con menos herramientas para administrar su liquidez de corto plazo. La relajación de encajes sería el siguiente paso.
En paralelo, el Gobierno y el BCRA se coordinan para inyectar pesos a medida que aumenta la demanda de dinero, tratando de evitar presiones adicionales sobre el tipo de cambio. Como parte de esta estrategia, el Tesoro argentino renovó menos del 60% de los vencimientos licitados este miércoles, lo que supondrá una inyección aproximada de ARS 5 billones en los próximos días.
La premisa del equipo económico es que la finalización del período electoral, con el condimento de un resultado favorable para el Gobierno de Javier Milei, tendrá como correlato un incremento en la demanda de pesos por parte de los argentinos. En ese contexto, la autoridad monetaria espera comenzar a comprar reservas a partir de 2026, según una presentación que realizó a mediados de octubre ante inversores en Washington el vicepresidente de la entidad Vladimir Werning.

 
				 
											

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