El regalo de Charly García a Rod Stewart durante su paso por Argentina: el encuentro de leyendas

La reunión de los músicos, previo al show del británico en el Movistar Arena, marcó un esperado reencuentro entre dos íconos que sorprendieron con gestos de admiración mutua

Antes del recital que tuvo lugar en el Movistar Arena de Buenos Aires, Charly García y Rod Stewart compartieron un encuentro privado marcado por gestos de respeto mutuo. La reunión se concretó minutos antes del show programado, donde ambos músicos se mostraron distendidos en el camarín del artista británico.

El recital de Rod Stewart en el Movistar Arena de Buenos Aires expuso el pulso inalterable de una figura con décadas de historia en la música popular. El artista británico abrió la inolvidable noche ante miles de asistentes con una declaración de afecto por la ciudad y una invitación a disfrutar de una velada cargada de clásicos, homenajes y referencias directas al público argentino.

La bienvenida se proyectó en la pantalla principal con la frase: “Buenas noches, damas y caballeros. Es un placer estar de vuelta en esta magnífica ciudad de Buenos Aires y actuar para ustedes una vez más. La banda y yo estamos realmente emocionados. Que comiencen los buenos momentos y disfruten de la velada. Con cariño, Rod y la banda”.

El inicio con “Infatuation” y “Tonight I’m yours” marcó el tono de un show con equilibrio entre energía, intensidad y emotividad. Las proyecciones en las pantallas, con imágenes de portadas de discos y afiches antiguos, reconstruyeron la trayectoria de Rod Stewart desde los años ochenta. La interpretación de “It takes two”, dedicada a Tina Turner, se sumó a los homenajes de la noche, alineando el repertorio con la memoria de figuras icónicas de la música anglosajona.

Aquel saludo anticipó la mezcla de formalidad y calidez que guiaron el espectáculo. Durante una hora y 45 minutos, Stewart recorrió veintidós canciones de distintos períodos de su carrera, mezcló tributos a colegas como Tina Turner y Christine McVie e integró guiños al país anfitrión con versiones como “Don’t Cry for Me, Argentina”.

Desde el escenario, Stewart se conectó con la audiencia alternando arengas y gestos cómplices, como mimar la franja verde y blanca cuando reconocía camisetas del Celtic, club escocés del que es simpatizante. En medio de “Maggie Mae”, las ovaciones confirmaron que sus clásicos mantienen vigencia entre públicos de distintas generaciones. El recorrido siguió con “This old heart of mine” y “The first cut is the deepest”. En este último, los músicos permanecieron sentados, logrando un ambiente de banda callejera y facilitando el primer gran coro de la noche entre los espectadores.

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