La caída del empresario acusado de ser un insólito influencer del juego clandestino adolescente
Matías Garcilazo fue el principal blanco de una redada de 70 allanamientos ordenada por el fiscal Daniel Ichazo. Su sistema de “cajeros” y la encuesta de ludopatía en escuelas que es parte de la causa
Un operativo de la Policía Federal terminó en las últimas horas con el arresto de Matías Gabriel Garcilazo, acusado de ser el jefe de una asociación ilícita dedicada al juego clandestino promocionado en posteos de Instagram y en un bizarro streaming emitido por YouTube para realizar apuestas en vivo. La sospecha de la Justicia: recaudaba dinero de adolescentes.
Los allanamientos continuaban en curso al cierre de esta nota. La lista entregada a las fuerzas de seguridad, con la división Ciberdelitos de la PFA entre ellas, incluye una orden de presentación en un club de fútbol de Primera División.
En la causa se empleó un agente encubierto que llevó a los investigadores a conocer el rol de los detenidos: ser los supuestos “cajeros” de Villafañe y Garcilazo.
En un documento del expediente se detalló que la banda tenía una “gradación jerarquizada de integrantes, siendo los denominados “cajeros” el primer estamento” de la asociación ilícita, “quienes revendían “fichas” a cualquier persona que los contactara, incluidos menores de edad”.
“Dicha operación se concretaba mediante transferencias virtuales y comunicación de mensajería instantánea utilizando aplicaciones como WhatsApp o Telegram”, continúa el documento al que accedió Infobae.
La clave, como en el caso de Leonardo Cositorto, era mostrar éxito. En sus reels en Instagram, a Garcilazo se lo veía rodeado de motos de alta cilindrada, diciéndose “contento” porque un cliente había ganado “109 millones de pesos”. Los cajeros, en los comentarios, le expresaban su admiración.

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