Grabó su primer disco a los 10, interpretó a Dios y hace 30 años salió el álbum que le cambió la vida
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Cuando este viernes 21 de marzo a las 20:45 su figura irrumpa en el escenario Samsung de la edición 2025 del festival Lollapalooza Argentina, Alanis Morissette habrá concretado su quinta visita al país.
Luego de sus recordados conciertos en el Estadio Obras (1996), un íntimo showcase en el Hard Rock Café (1998) y sendas presentaciones en el Luna Park celebradas durante 1999 y 2009 respectivamente, la reconocida cantautora canadiense de 50 años se reencontrará finalmente con sus fans argentinos.
Claro que este nuevo desembarco en Buenos Aires reviste un carácter sumamente especial, ya que coincide con los 30 años de la edición de Jagged Little Pill, su álbum consagratorio que no sólo le permitió erigirse como el ícono femenino del rock alternativo de los noventa, sino también en la voz de toda una generación. Con letras confesionales, plenas de autenticidad, profundidad y altas dosis de vulnerabilidad, Alanis Nadine Morissette Feuerstein, tal su nombre completo, logró reflejar un particular estado de ánimo con el que muy pronto millones de mujeres alrededor del planeta se sintieron absolutamente identificadas.
Previo al éxito mundial de esta producción, durante su adolescencia en su Ottawa natal ella grabó dos discos –Alanis (1991) y Now is the Time (1992) – con un estilo pop y una imagen notablemente diferente a la que la consagró y en la línea de intérpretes muy populares en ese entonces como, por ejemplo, Debbie Gibson o Tiffany. También en aquellos años ofició de artista de apertura en una de las giras de Vanilla Ice. No obstante, durante una de sus visitas a la Argentina, Morissette confesó que recordaba con mucho cariño esa etapa inicial de su carrera: “Amo esos álbumes. Inclusive tengo uno editado de cuando tenía apenas diez años. Cada uno de esos discos muestra cómo estaba yo en ese momento; son como fotografías de diferentes instantes de mi vida que me representan perfectamente. En realidad, me gusta todo lo que hice”, señaló.
Sin embargo, su trayectoria profesional dio un vuelco definitivo cuando, tras mudarse a Los Ángeles, se unió al productor Glen Ballard (Michael Jackson, Wilson Phillips, No Doubt, Shakira) y juntos diseñaron la nueva dirección que tomaría su música. Así surgió Jagged Little Pill, una obra publicada el 13 de junio de 1995 que fusionó la potencia del rock alternativo con una vocalización agresiva y una lírica desgarradora y confesional. “You oughta know”, primer corte de difusión, emergió como una brutal carta de presentación y a la vez una impactante declaración de principios cantándole a la traición y al desamor con una intensidad inusitada. Al suceso de esa canción, hoy convertida sin dudas en todo un clásico, le siguieron otras como “Ironic”, “Hand in my Pocket”, “You Learn”, “All I Really Want” y “Head Over Feet” que con su carga de cinismo y angustia alcanzaron la categoría de himnos de la década del noventa.
Con más de 33 millones de copias vendidas alrededor del mundo y galardonado con cuatro premios Grammy, entre ellos el de Álbum del año, Jagged Little Pill significó la consolidación definitiva de Alanis Morissette como una de las artistas fundamentales de los años noventa, a la vez que influyó y pavimentó el camino para futuras cantantes femeninas como Avril Lavigne, Pink, Meredith Brooks e inclusive la propia Taylor Swift.
La importancia de artistas como Alanis Morissette, Sheryl Crow y Linda Perry (4 Non Blondes), entre otras, radicó en su trascendencia durante una década en la que no proliferaban demasiadas mujeres dentro de una industria como la musical que aún observaba de reojo a la figura femenina. Todas ellas, y en especial Alanis, rompieron de una vez y para siempre con esos prejuicios a través de un atrevimiento sorprendente. Su impacto fue devastador y al mismo tiempo muy merecido. De ahí que sus temas sonaban en todos lados y sus videos rotaban de manera constante en MTV, algo que ella y sus colegas vivían como un gran triunfo a base de espontaneidad, sinceridad y una honestidad brutal, genuina y alejada de toda fórmula o estrategia de marketing.
Con el desafío de superar, o al menos igualar, el descomunal éxito de su álbum anterior sobre sus espaldas, en 1998 Alanis dio a conocer Supposed Former Infatuation Junkie, un trabajo discográfico de gran profundidad lírica pero mucho más introspectivo y de menor inmediatez que su antecesor. De carácter experimental, dueño de una producción mucho más sofisticada y con influencias orientales como consecuencia de un revelador viaje a la India, este disco destiló una calma y una pasividad inversamente proporcionales al espíritu volcánico y frenético de Jagged Little Pill.
Más allá de alcanzar el primer puesto en los rankings de Billboard, ser Disco de Platino y contar con grandes temas como “Thank U”, “Joining you” y “That I would be Good”, la respuesta del público para con este álbum fue mucho más moderada en relación al anterior. Por su parte, la crítica especializada objetó la ausencia de hits aunque ponderó la madurez de sus letras. De todos modos, su fama continuaba en ascenso. Al punto tal que en 1999 el director Kevin Smith la convocó para interpretar nada más ni nada menos que a Dios en el film Dogma.
Asumiendo por primera vez el completo control del proceso creativo y el rol de productora, cuatro años después vio la luz Under Rug Swept, su quinto trabajo discográfico de estudio que conservó su característico perfil alternativo aunque con una impronta mucho más melódica y reflexiva. Dicho disco debutó en la cima de los charts de Billboard y también obtuvo la certificación de Platino, demostrando que a pesar de no estar en el centro de la escena como algunos años atrás su figura aún conservaba un caudal de fanáticos sólido e importante.
Tras el lanzamiento de una serie de álbumes con una recepción dispar, como So-Called Chaos (2004), Flavors of Entanglement (2008), Havoc and Bright Lights (2012) y Such Pretty Forks in The Road (2020), y marcando un antes y un después en su carrera, en 2022 dio a conocer su última producción discográfica hasta el momento en colaboración con Dave Harrington. The Storm Before the Calm, tal su título, constituyó una verdadera sorpresa tanto para el público como para la prensa especializada desde el momento en que no se trató de un trabajo de rock sino más bien de una obra que puso énfasis en la música ambient, conformada por temas extensos y de estructuras poco convencionales, con el objeto de facilitar la relajación y la introspección de quien lo escuche. Algunos críticos lo definieron como un disco un tanto monótono, inaccesible y alejado de su esencia, mientras que otros celebraron la audacia de indagar en terrenos musicales diametralmente opuestos a los ya conocidos.
Ese mismo año, su nombre también acaparó los medios después de negarse a participar en la ceremonia de inducción del Salón de la Fama del Rock and Roll argumentando situaciones de sexismo y machismo por parte de algunos miembros de la producción durante los ensayos. La cantante iba a interpretar el tema “You’re so Vain” junto a Olivia Rodrigo en honor a Carly Simon, pero finalmente desistió de la invitación dada su incomodidad.
Tras manifestar su adoración por todas las colegas que formaron parte del evento, Morissette explicó a través de un comunicado: “Vivo para servirle a las personas y conectar con ellas, así que a lo largo de los años lo he dejado pasar en más veces de las que puedo recordar. Es difícil no verse afectada por cualquier industria en el mundo, pero Hollywood ha sido reconocida por su desconsideración a las mujeres. Para mi fortuna, estoy en un punto de mi vida en el que no necesito permanecer en un entorno que reduce a la mujer”.
Al margen de esta situación en particular, durante los últimos años no se han tenido demasiadas noticias en relación a su persona, excepto por sus romances con el cantante Ryan Adams (1996) y con el actor Ryan Reynolds entre 2002 y 2007 hasta su posterior casamiento en 2010, con el rapero Mario “Souleye” Treadway, con quien tuvo tres hijos. Por otro lado, su nombre se vio cada vez más vinculado con temas tales como la autoayuda y la espiritualidad. Y en ese sentido, en primer término estrenó Conversations with Alanis Morissette, un podcast con entrevistas a diferentes personalidades sobre variadas disciplinas como arte, diseño, salud, bienestar, relaciones y psicología.
En 2016 inauguró Ask Alanis Morissette, un consultorio publicado por el periódico The Guardian y también en su cuenta de Instagram para divulgar y promover su inclinación por la nutrición, el budismo y el yoga.
Abriendo un amplio abanico de intereses por temas diversos, lo cierto es que la música continúa ocupando un lugar primordial en la vida de Alanis Morissette. De hecho, y tres décadas después del enorme impacto provocado con Jagged Little Pill, este viernes el público argentino tendrá la posibilidad de encontrarse cara a cara y medir el presente de una verdadera adelantada que, entre otros temas, habló sobre el empoderamiento femenino cuando el término aún no estaba tan en boga ni en el vocabulario cotidiano como en estos últimos años.
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