Con el desembolso del FMI y la cosecha gruesa, el Gobierno espera que sobren dólares en el segundo trimestre

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Foto de archivo – La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y el presidente de Argentina, Javier Milei. REUTERS/Louisa Gouliamaki

Tras el salto cambiario de las últimas jornadas, el Gobierno se mantiene confiado en que más temprano que tarde el mercado encontrará un equilibrio no muy lejos de los niveles actuales. El acuerdo con el FMI es fundamental para llevar tranquilidad a los inversores, pero también ingresarán los dólares de la cosecha gruesa.

El segundo trimestre, por lo tanto, viene con noticias favorables por el lado del frente cambiario. Por razones estacionales, siempre es el período de mayor ingreso de divisas por las liquidaciones del campo. Pero ahora se le suma que el Fondo hará un diseño para fortalecer las reservas.

El equipo económico confía en que este mayor respaldo a los pesos que circulan será además un importante eslabón para continuar con el proceso de desinflación. Javier Milei expresó la semana pasada que su expectativa es perforar el piso del 2% entre abril y mayo, teniendo en cuenta que el mes en curso presenta subas en algunos rubros como educación (por el inicio del ciclo lectivo) y alimentos.

El reacomodamiento del contado con liquidación a precios cercanos a los $ 1.300 (aunque ayer quedó levemente por debajo) representa finalmente una señal para las cerealeras, que posiblemente en los próximos días aprovechen para liquidar a un tipo de cambio más conveniente.

Como el 20% se liquida a través del mercado financiero y no del oficial, una suba de la brecha como sucedió en los últimos días impacta positivamente en el tipo de cambio al que entran las exportaciones. A eso se le agrega la baja de retenciones definida temporalmente hasta junio.

Con este panorama y un dólar financiero más tranquilo, aunque un escalón arriba de las últimas semanas, la próxima señal para llevar tranquilidad pasará por dejar atrás el saldo negativo en el mercado cambiario.

En los últimos cuatro días la Central tuvo que vender USD 930 millones, reflejando la mayor incertidumbre que se apoderó del mercado. Ante la suba del tipo de cambio los importantes prefirieron frenar las ventas y esperar, mientras que los importadores se apuraron para comprar para evitar cualquier sorpresa con el dólar oficial.

La consecuencia es que los dólares que no faltaron los tuvieron que poner sobre la mesa el Central. Ayer se mantuvo esta tendencia, al registrarse ventas netas por USD 186 millones. Se supone que en los próximos días esta tendencia debería desaparecer. Y para mediados de fines de abril el BCRA debería volver a acumular.

El mercado internacional también ayudó a la tranquilidad de las aguas locales. Luego de la reunión de la FED se consolidó la suba de Wall Street y esto se trasladó a las cotizaciones de las acciones y bonos locales. La entidad que preside Jerome Powell anunció que retirará dólares de manera más lenta del mercado (de USD 25.000 millones a USD 5.000 millones por mes) como una manera de reducir los niveles de incertidumbre. Esto fue bien recibido por los inversores, con subas en los principales indicadores.

Las acciones tuvieron especialmente repuntes significativos, dejando atrás casi toda la pérdida que habían sufrido la jornada anterior, en especial los papeles bancarios. Esto demuestra que ante caídas muy exageradas de precios aparecen rápidamente compradores interesados en aprovecharlo.

La política local también ayudó por la aprobación por parte de la Cámara de Diputados del DNU que autoriza al Gobierno a negociar con el nuevo acuerdo con el FMI, aún sin grandes precisiones sobre el monto o las exigencias del mismo. Sin embargo, el respaldo legislativo llevó alivio, porque de lo contrario el DNU había quedado en una suerte de limbo jurídico que hubiera complicado las conversaciones con el Fondo.

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