Dolores Fonzi y sus recuerdos de Verano del 98: el realismo de Costa Esperanza y la “endogamia loca” del elenco

En diálogo con Mario Pergolini, la actriz compartió anécdotas de una experiencia que transformó su percepción del trabajo

En su visita a Otro día perdido, Dolores Fonzi rememoró sus primeros pasos en la actuación y, especialmente, su experiencia en Verano del 98, la serie juvenil que marcó un hito en su carrera y en la televisión argentina. A los 19 años, Fonzi se encontró en un entorno completamente distinto al que conocía, donde la ficción y la realidad se mezclaban en un set que, según describe, parecía una ciudad auténtica.

Dentro del elenco, las dinámicas reflejaban la diversidad de edades y personalidades. Fonzi, con 19 años, compartía escenas y camaradería con compañeros como Juan Ponce de León, algo mayor que ella, y otros como Nahuel Mutti y Alejo Ortiz, quienes también la superaban en edad por un par de años. Los más jóvenes, como su hermano Tomás, formaban su propio grupo, mientras que los mayores vivían experiencias distintas. La actriz describió este ambiente como una “endogamia loca”, donde la convivencia y las relaciones se entrelazaban en un microcosmos juvenil.

El paso de Fonzi por Verano del 98 consolidó su presencia en la pantalla y dejó una huella en la cultura popular de la época. La serie se transformó en un fenómeno generacional, y el testimonio de la actriz revela que el trabajo en ese set fue mucho más que una labor actoral: fue una experiencia de vida, con reglas y códigos propios.

Años después, Fonzi revive aquellos días con asombro y nostalgia, evocando la autenticidad del set y la energía de un grupo de jóvenes que, entre escenas y descansos, construyeron una pequeña ciudad propia, tan real que hasta los visitantes ocasionales caían en la ilusión. La convivencia intensa y la atmósfera única del rodaje marcaron una etapa irrepetible para quienes formaron parte de esa generación televisiva.

La reciente designación de Belén como la película que representará a Argentina en los Premios Oscar y los Goya ha sumido a su directora y protagonista, Dolores Fonzi, en una vorágine de emociones. Desde San Sebastián, donde el filme compite en el prestigioso festival,

Fonzi compartió con Teleshow la intensidad de este momento: “Acá, afónica de gritar”, confesó, aludiendo a la euforia que se desató tras el anuncio de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de la Argentina.

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